dimecres, 16 de febrer del 2011

Polvoriento destino ...

Mi querido Amigo: 

Te escribo desde el lugar al que me recluíste, hace mucho tiempo, el desván.  

Aquí los días son grises, no vemos el sol, nuestras ropitas tienden a un tono marronoso por acumulación del polvo, la presencia de tu aroma en nuestros cuerpecitos ha sido substituida por el olor a humedad, nos se nos permite llorar porque nos desaríamos, pero se nos permite recordar.

Y es por ello Estimado Amigo, por todos esos momentos pasados juntos, por todas esas aventuras que me permitiste protagonizar, por todos esos griteríos de alegría que llenaron nuestra habitación, te pido...


PIENSA EN MI CUANDO TENGAS UN HIJO, 

Siempre te tengo presente,

tu fiel amigo de trapo.


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